Las sesiones de pareja son algo más que un servicio, una opción más a contratar. Para mi son esenciales y creo que para las parejas también. Quizás se nos de bien cocinar y que seguramente tengamos la receta con la cantidad justa de cada ingrediente en la cabeza ¿pero verdad que antes de servir el plato nos aseguramos que todo está bien? la cocción, el punto de sal, los sabores están enlazados…Pues bien, cuando hago una boda me encargo de tenerlo todo controlado, los tiempos, la luz, si va a llover o no, transmitir tranquilidad a los novios de que todo saldrá genial.
Una sesión de pareja es “probar” el plato antes de servirlo para que cuando lo haga el plato sea increíble. Los novios no suelen estar acostumbrados a que les fotografíen, suelen estar atentos a mis movimientos, tensos, y no disfrutan ni se dejan llevar cuando no han hecho esa sesión antes.
Mi objetivo es demostrarles que lo que ven en mi web es pura realidad, sin montajes y que pueden ser ellos pero deben dejarse llevar por el momento y olvidarse de mí. No es fácil conseguirlo si no se practica antes, los resultados salen asimilando “esos pequeños detalles” antes del día de la boda.
En el caso de Adriana y Carlos todo fue genial, sus sonrisas, sus miradas, sus gestos eran de alguien que no se preocupaba por nada más que de disfrutar de su día. Próximamente veremos su boda pero para empezar os dejo con aquella tarde en Polinyà.
