En esta ocasión, la naturaleza volvió a estar presente en mi nuevo trabajo. Todo se lo debo a Sílvia y Jon, una pareja que se ama y que además ama también la fotografía como yo.
El día empezó lluvioso pero se acabó calmando para dar lugar a una mágica tarde en El folló, un lugar en plena montaña, muy cerca de Barcelona. Allí todo era paz, llegué con tiempo y pude encontrar a Jon ultimando los detalles con mucho mimo y a Sílvia recibiendo a la familia y amigos.
Fui muy feliz al poder estar en su boda y ahora la recuerdo con mucho cariño. Gracias chicos por permitirme hacer lo que más me gusta. Un abrazo.