Boda en Finca Miravent: El encanto creativo de Elia y Pau

Elia y Pau soñaban con una boda única y mágica, llena de detalles personalizados que reflejaran su amor y personalidad. El escenario elegido fue la Finca Miravent en Vilanova del Vallès, Barcelona, un lugar rodeado de naturaleza, ideal para una boda al aire libre. Sin embargo, aunque el jardín estaba listo para acoger la ceremonia, la lluvia inesperada cambió los planes. Afortunadamente, la pareja tenía un plan B, y la ceremonia se celebró en un salón interior lleno de encanto y calidez, demostrando la importancia de estar preparados para cualquier eventualidad.

Mas Salagros: Un oasis ecológico para los preparativos

Elia y Pau comenzaron su día especial en Mas Salagros, en Vallromanes, Barcelona. Este hotel es conocido por ser un destino 100% ecológico, rodeado de viñedos de la DO Alella. La tranquilidad y la belleza natural del hotel ofrecieron el entorno perfecto para los momentos previos a la boda. Elia, una talentosa artista ilustradora, se preparó con calma en este entorno ecológico, lista para poner su toque creativo en cada aspecto de la boda.

Las Damas de Honor: deslumbrantes y siempre preparadas

Un detalle que hizo de esta boda aún más especial fue la presencia de las damas de honor, amigas cercanas de Elia que no solo estaban deslumbrantes, sino que fueron un apoyo fundamental en todo momento. Vestidas con elegancia y una sonrisa permanente, estas amigas se convirtieron en un equipo imprescindible para que todo saliera perfecto. Desde ajustar la cola del vestido de Elia hasta ayudar con los cambios de decoración debido a la lluvia, siempre estaban listas para intervenir cuando era necesario.

Uno de los momentos más divertidos y entrañables fue verlas aprender sobre la marcha cómo manejar algunos de estos imprevistos viendo tutoriales en YouTube. En el calor del momento, su ingenio y disposición para ayudar hicieron que todo fluyera con naturalidad, asegurándose de que la boda de Elia y Pau fuera perfecta.

La ceremonia: Un cambio de planes que no afectó la magia

Aunque la lluvia obligó a trasladar la ceremonia al salón interior de la Finca Miravent, la boda fue increíblemente emotiva y mágica. El salón, elegantemente decorado, fue testigo de un momento íntimo lleno de amor. La lluvia no apagó la chispa de esta celebración, sino que la hizo aún más memorable.

Este es un recordatorio de la importancia de tener un plan B para bodas al aire libre. El clima puede ser impredecible, pero contar con una alternativa asegura que nada detendrá la magia del día. El salón ofreció un ambiente acogedor y romántico, y el amor entre Elia y Pau brilló con más fuerza que nunca.

Creatividad en cada detalle: La marca de una ilustradora

Uno de los toques más especiales de esta boda fue la personalización de Elia, que decoró los centros de mesa con sus propias ilustraciones. Estas obras de arte únicas añadieron un toque íntimo y personal a la decoración, destacando su creatividad y talento como ilustradora. Cada invitado pudo disfrutar de una boda llena de detalles originales y significativos que reflejaban la esencia de la pareja.

Una boda diferente: La tatuadora y la imaginación creativa

Durante el baile, Elia y Pau sorprendieron a sus invitados con una experiencia única: la presencia de una tatuadora. Este detalle inusual fue un éxito entre los asistentes, quienes pudieron llevarse un recuerdo permanente de este día tan especial. La boda demostró que con imaginación y amor, no hay límites para crear una celebración única y memorable.

La boda de Elia y Pau fue un testimonio de cómo una pareja puede transformar su día especial en una obra de arte viviente, incluso frente a desafíos como la lluvia. Cada detalle, desde las ilustraciones hasta las damas de honor y la tatuadora, mostró cómo el mimo y la dedicación pueden hacer de una boda un evento verdaderamente mágico.

A pesar de la lluvia, la boda de Elia y Pau en la Finca Miravent fue un éxito absoluto, repleto de creatividad, apoyo incondicional de sus amigas damas de honor y una emoción que traspasó cualquier contratiempo. La importancia de tener un plan B quedó demostrada, pero también lo fue el poder del amor y la creatividad para superar cualquier obstáculo. Desde la decoración personalizada hasta los detalles únicos como la tatuadora, esta boda fue una celebración de la vida, el arte y el amor.